Miércoles 11 de setiembre. La valoración de la riqueza. Lucas 6, 20-26
La buena noticia
Lucas 6, 20-26
En aquel tiempo, mirando Jesús a sus discípulos, les
dijo:
"Dichosos ustedes los pobres,
porque de ustedes es el Reino de Dios.
Dichosos ustedes los que ahora tienen hambre,
porque serán saciados.
Dichosos ustedes los que lloran ahora,
porque al fin reirán.
Dichosos serán ustedes cuando los hombres los aborrezcan y los expulsen de
entre ellos, y cuando los insulten y maldigan por causa del Hijo del hombre.
Alégrense ese día y salten de gozo, porque su recompensa será grande en el
cielo. Pues así trataron sus padres a los profetas.
Pero, ¡ay de ustedes, los ricos,
porque ya tienen ahora su consuelo!
¡Ay de ustedes, los que se hartan ahora,
porque después tendrán hambre!
¡Ay de ustedes, los que ríen ahora,
porque llorarán de pena!
¡Ay de ustedes, cuando todo el mundo los alabe,
porque de ese modo trataron sus padres a los falsos profetas!"
Psicología y espiritualidad
La valoración de la riqueza. Lucas 6, 20-26
teniendo en cuenta el texto anterior, Jesús ha bajado del monte con sus discípulos y ha curado a muchos afligidos. Entre los que escuchan hay muchos enfermos y necesitados. Y algunos ricos. Tanto las bienaventuranzas como los “ay” se puede interpretar "tu situación va a cambiar." Una lectura realista. Todos conocemos personas que estaban mal hace un año y ya están bien. Y al revés. Y muchos tienen mucha estabilidad emocional, están en paz, cultivan valores duraderos.
Qué consideramos muy importante
Por eso, el texto de hoy es un discurso en el llano, ante una multitud en la que había muchos necesitados y enfermos, presenta una mirada realista acerca de lo que consideramos muy importante. Al declarar "dichosos los pobres" y "ay de los ricos", Jesús nos invita a indagar sobre la y la riqueza duraderas. No desprecia la necesidad de que todos tengamos un mínimo de acceso a los bienes y los servicios. Las calorías necesarias para vivir dignamente, trabajo, salud, educación.
Lo estable y lo inestable
Al contextualizar este discurso, donde Jesús acaba de sanar a multitud de enfermos y necesitados, podemos interpretar las bienaventuranzas como una lectura de las situaciones cambiantes de la vida. Las personas que se encuentran en la pobreza, hambre o sufrimiento, son invitadas a confiar en que su situación puede cambiar. La promesa de saciedad y alegría futura les ofrece esperanza y aliento.
A los ricos les muestra el riesgo de endiosar lo bienes materiales.
Sin embargo, esta promesa de cambio no se limita únicamente a las circunstancias externas. También implica un cambio interior, una transformación espiritual. Los "ricos" a quienes Jesús advierte son aquellos que confían únicamente en sus bienes materiales y en su posición social para encontrar la felicidad. Su riqueza, en este sentido, es una forma de pobreza espiritual.
La estabilidad emocional como bien alcanzable
El texto nos invita a reflexionar sobre concepto de la riqueza. ¿Quién es realmente rico? ¿Aquel que acumula bienes materiales o aquel que cultiva valores duraderos como la paz interior, la compasión y el amor al prójimo? La experiencia nos muestra que muchas personas que poseen grandes riquezas pueden experimentar una profunda infelicidad, mientras que otras, con pocos recursos materiales, viven vidas plenas y satisfactorias.
Cultivan la paciencia en el sufrimiento, como dice el hermano Francisco de Asís, ¡felices los que sufren en paz con el dolor, porque les llega el tiempo de la consolación! Y en tiempos de riquezas no dejan que estas les hagan ver espejismos engañosos.
La estabilidad emocional, la paz interior y la conexión con los demás son bienes mucho más duraderos que la riqueza material. Aquellos que cultivan estos valores son los verdaderamente ricos, independientemente de su situación económica.
Un llamado a la conversión
Las bienaventuranzas son, en última instancia, un llamado a la conversión, al cambio de mentalidad. Invitan a los discípulos de Jesús a abandonar los valores aparentes, y a adoptar una nueva perspectiva, una perspectiva centrada en Dios y en el servicio amable a los demás.
Mirando hacia adentro:
¿Qué significa para ti ser "rico" o "pobre"? ¿Cómo concibes la felicidad?
¿Qué cambios podrías hacer en tu vida para vivir de acuerdo con valores duraderos?
Recuerda, podemos revisar nuestras prioridades y buscar la verdadera felicidad en el ámbito de lo profundo del corazón. Una riqueza más valiosa que la riqueza material, que nos ayuda a administrarla con sabiduría y amor. Y que el sufrimiento puede ser pasajero, una oportunidad para crecer y acercarnos a Dios. Este relato nos invita a un camino de cambio de mentalidad y al aprecio de lo verdaderamente duradero.
Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
Reg, Prof 6506 Py,
Ha cursado licenciatura en Teología Pastoral en la UCA (argentina)
Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com
Instagram: @raulnietopy
Psicología
La sanación de la propia estima
El enfoque sobre la sanación de la estima, del psicólogo Bernardo Stamateas, es notablemente práctico y centrado en la percepción de la totalidad. Su propuesta invita a una mirada equilibrada hacia nosotros mismos, reconociendo tanto nuestras virtudes como nuestros defectos. “Tenemos virtudes y tenemos defectos. Si yo solo veo las virtudes, me llamo narcisista: Yo soy maravilloso, no tengo errores. Si solo veo los defectos: Soy una porquería, no valgo para nada. ¿Qué tengo que hacer? Ver las dos cosas. Esto se llama percepción de totalidad.”
Los puntos clave son:
- Percepción de la totalidad: Reconocer que tenemos un conjunto de cualidades, tanto positivas como negativas, sin caer en extremos de narcisismo o autodesprecio.
- Autoconocimiento: Hacer una lista detallada de nuestras fortalezas y debilidades nos permite tener una visión más clara de nosotros mismos.
- Priorización: Elegir las áreas en las que queremos trabajar y los recursos que utilizaremos para mejorar.
- Aceptación: Aceptar nuestras limitaciones y las de los demás es fundamental para construir una autoestima sana.
- Relaciones interpersonales: Extender esta percepción de totalidad a los demás, reconociendo que todos tenemos nuestras fortalezas y debilidades.
La importancia de este enfoque:
- Realismo: Al reconocer nuestras limitaciones, evitamos caer en la frustración y el desánimo.
- Empoderamiento: Al centrarnos en nuestras fortalezas, aumentamos nuestra confianza y autoestima.
- Crecimiento personal: Al trabajar en nuestras áreas de mejora, podemos alcanzar nuestro máximo potencial.
- Mejores relaciones: Al aceptar a los demás tal como son, podemos construir relaciones más sólidas y satisfactorias.
Influencias engañosas:
- La influencia cultural: Nuestra cultura a menudo nos presiona a ser perfectos, lo que puede dificultar la aceptación de nuestras imperfecciones.
- El papel de la comparación: Compararnos con los demás puede ser perjudicial para nuestra autoestima. Es importante enfocarnos en nuestro propio crecimiento.
- La importancia de la compasión: Ser compasivos con nosotros mismos y con los demás es esencial para la sanación de la autoestima.
Recuerda, esta es una guía práctica y accesible para mejorar nuestra estima. Podemos adoptar una perspectiva equilibrada y realista de nosotros mismos, de los demás y así vivir más felices.
¿Qué aspectos de este enfoque te resultan más resonantes? ¿Cuáles crees que son los mayores desafíos para aplicar estas ideas en la vida cotidiana?
Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com
Resumen publicado en Facebook
La sanación de la propia estima
La sanación de la estima propone un enfoque equilibrado y realista hacia nosotros mismos. En lugar de idealizarnos o menospreciarnos, debemos reconocer tanto nuestras fortalezas como nuestras debilidades. Trabajar con paciencia algunas debilidades y fortalecernos.
Puntos clave:
- Percepción de la totalidad: Ves todo, con luces y sombras, virtudes y defectos.
- Autoconocimiento: Conoces cualidades y áreas a mejorar. Das tiempo.
- Priorización: Enfocas en lo que querés cambiar. No todo a la vez.
- Aceptación: Aceptas tus limitaciones y las de los demás.
- Relaciones: Extendés esta percepción a las relaciones interpersonales.
Beneficios:
- Realismo optimista: Evita la frustración y el desánimo.
- Empoderamiento: Aumenta la confianza y autoestima.
- Crecimiento: Alcanza tu máximo potencial.
- Mejores relaciones: Fortalece vínculos con los demás.
Desafíos e influencias tóxicas:
- Influencia de la cultura actual: Nos presiona por la perfección idealizada.
- Comparación: nos impulsa a compararnos con otros y a competir.
- Falta de compasión: Ser duros con nosotros mismos y los demás.
Recuerda, este enfoque nos invita a ser más compasivos con nosotros mismos y a construir una autoestima sólida basada en la realidad. Al aceptar nuestras imperfecciones y trabajar pacientemente en nuestras fortalezas, podemos vivir una vida más feliz.
¿Qué te parece este enfoque? ¿Cuáles son tus mayores desafíos al aplicarlo?
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