Domingo 8 de setiembre. La sanación de la comunicación. Marcos 7:31-37.


La buena noticia

Marcos 7, 31-37

En aquel tiempo, salió Jesús de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la región de Decápolis. Le llevaron entonces a un hombre sordo y tartamudo, y le suplicaban que le impusiera las manos. Él lo apartó a un lado de la gente, le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva. Después, mirando al cielo, suspiró y le dijo: "¡Effetá!" (que quiere decir "¡Abrete!"). Al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y empezó a hablar sin dificultad.
Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo mandaba, ellos con más insistencia lo proclamaban; y todos estaban asombrados y decían: "¡Qué bien lo hace todo! Hace oír a los sordos y hablar a los mudos".


Psicología y espiritualidad

La sanación de la comunicación. Marcos 7:31-37.  

El pasaje de Marcos nos presenta una historia conmovedora sobre la sanación de un hombre sordo y tartamudo. Más allá del milagro en sí, este relato encierra implicaciones psicológicas y espirituales profundas.

La sanación como liberación: La sordera y el tartamudeo no solo son discapacidades físicas, sino que también pueden limitar la interacción social y emocional de una persona. Al sanar a este hombre, Jesús lo libera de estas limitaciones, permitiéndole participar plenamente en la vida y en las relaciones.

Poder comunicarnos: La comunicación es fundamental para el desarrollo humano y nuestras relaciones sociales. La sanación del hombre sordo y tartamudo nos recuerda la importancia de poder expresar nuestros pensamientos y sentimientos.

El poder del símbolo: Los gestos de Jesús al meter los dedos en los oídos y tocar la lengua con saliva son simbólicos. Los oídos representan la capacidad de escuchar, tanto a nivel físico como emocional. La lengua, por su parte, simboliza la expresión y la comunicación. Al tocar estas partes del cuerpo, Jesús está restaurando la capacidad del hombre para comunicarse y conectarse con los demás.

La importancia de la comunidad: La gente que lleva al hombre sordo y tartamudo a Jesús demuestra su preocupación y su deseo de que él sea sanado. Esta historia destaca la importancia de la comunidad y el apoyo social en el proceso de sanación.

El misterio de la fe: La curación milagrosa desafía nuestra comprensión de la realidad y nos invita a reflexionar sobre el poder de la fe. La fe en Jesús es lo que impulsa a la gente a buscar su ayuda y lo que permite que ocurran milagros.

Podemos mirar: también este pasaje como una metáfora de la sanación emocional y social. A menudo, las heridas emocionales pueden silenciarnos y hacernos sentir aislados. La sanación de Jesús representa la posibilidad de liberarnos de estas heridas y de encontrar nuestra voz.

Recuerda, mirar con curiosidad las dimensiones de la sanación, tanto a nivel físico como emocional. El poder de la fe, la importancia de la comunidad y la posibilidad de una transformación profunda. La sanación de este hombre sordo y tartamudo es un símbolo de esperanza para todos aquellos que buscan sanidad y plenitud en sus vidas.

 Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
 Reg, Prof 6506 Py,
 Ha cursado licenciatura en Teología Pastoral en la UCA (argentina)
 Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com
Instagram: @raulnietopy

 


Psicología

El cuerpo habla de lo que la mente no dice

Es común que las personas que han atravesado traumas o dificultades en la comunicación experimenten síntomas físicos como consecuencia de su sufrimiento emocional. El cuerpo, al no poder expresar lo que la mente reprime, manifiesta estas tensiones a través de dolencias físicas, desde dolores de cabeza hasta problemas gastrointestinales.

El poder de la expresión es fundamental en el proceso de sanación. Cuando nos permitimos verbalizar nuestros pensamientos y sentimientos, liberamos una carga emocional que a menudo se manifiesta en el cuerpo. La comunicación, ya sea con un terapeuta, un amigo de confianza o a través de la escritura, nos permite procesar nuestras experiencias, encontrar significado en el sufrimiento y, finalmente, sanar.

La importancia de sentirse escuchados y comprendidos no puede subestimarse. Las palabras bien escuchadas tienen el poder de validar nuestras experiencias y hacernos sentir menos solos. Un ambiente seguro y empático, donde podamos expresar nuestras emociones sin miedo al juicio, es esencial para el proceso de sanación.

Ayuda mucho fomentar una cultura en la que la comunicación abierta y honesta sea valorada. Podemos ayudar a prevenir y sanar las heridas emocionales que a menudo se manifiestan en nuestro cuerpo creando espacios donde las personas se sientan seguras para compartir sus experiencias.

Recuerda, la conexión mente-cuerpo es indiscutible. Al atender tanto nuestras emociones como nuestras expresiones físicas, podemos lograr una sanación más completa y duradera. A menudo en la terapia hay palabras bien escuchadas que sanan.  La comunicación, en todas sus formas, es una herramienta poderosa para transformar el sufrimiento en crecimiento.

Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
  Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com



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La comunicación durante la sanación

A menudo, las experiencias traumáticas o dificultades en la comunicación se manifiestan en nuestro cuerpo a través de síntomas físicos como dolores de cabeza o problemas digestivos. Esto ocurre porque el cuerpo almacena las emociones que no podemos expresar verbalmente.

Expresar nuestros sentimientos, ya sea hablando con un terapeuta, un amigo o escribiendo, es clave para la sanación. Al verbalizar nuestras emociones, liberamos una carga emocional que se manifiesta físicamente. Sentirnos escuchados y comprendidos valida nuestras experiencias y nos ayuda a sentirnos menos solos.

Recuerda: Fomentar una cultura de comunicación abierta, honesta y respetuosa para prevenir y sanar las heridas emocionales. Crear espacios seguros para compartir nuestras experiencias. A menudo en la terapia hay palabras bien escuchadas que sanan.  La comunicación, en todas sus formas, es una herramienta poderosa para transformar el sufrimiento en crecimiento.

Atendemos con amabilidad la conexión mente-cuerpo, tanto nuestras emociones como nuestras expresiones físicas, pues nos lleva a una sanación más completa.

 

 

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