Viernes 30 de agosto, El combustible espiritual, Mateo 25, 1-13
La buena noticia
Mateo 25, 1-13
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos es
semejante a diez jóvenes, que, tomando sus lámparas, salieron al encuentro del
esposo. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco, previsoras. Las descuidadas
llevaron sus lámparas, pero no llevaron aceite para llenarlas de nuevo; las
previsoras, en cambio, llevaron cada una un frasco de aceite junto con su
lámpara. Como el esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.
A medianoche se oyó un grito: '¡Ya viene el esposo! ¡Salgan a su encuentro!' Se
levantaron entonces todas aquellas jóvenes y se pusieron a preparar sus
lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras: 'Dennos un poco de su
aceite, porque nuestras lámparas se están apagando'. Las previsoras les
contestaron: 'No, porque no va a alcanzar para ustedes y para nosotras. Vayan
mejor a donde lo venden y cómprenlo'.
Mientras aquéllas iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban listas
entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron
las otras jóvenes y dijeron: 'Señor, señor, ábrenos'. Pero él les respondió:
'Yo les aseguro que no las conozco'.
Estén pues, preparados, porque no saben ni el día ni la hora''.
El combustible espiritual, Mateo 25, 1-13
En la actualidad, casi no conocemos ya las lámparas de aceite. O son un adorno. En lugares donde no hay energía eléctrica, durante la noche, para guíate necesitas alguna luz: la gente prende una vela, o usa una linterna recargable, o a pilas, o la linterna del celular.
Quizá has tenido la sorpresa, de que se corta el suministro eléctrico de noche, y ahí compruebas si la linterna estaba recargada, si tenía pilas en condiciones, si quedaban velas para encender. El ambiente del relato alude a las lucecitas para guiarse y guiar durante la noche.
Prepararse con esmero
La parábola de las diez mujeres, presentada por Jesús, es una metáfora sobre la preparación espiritual, el entrenamiento, los recursos. Las diez jóvenes que esperan, representan a los creyentes, y el esposo simboliza la llegada del Reino de los Cielos.
Las previsoras, con sus lámparas llenas de aceite, simbolizan a aquellos que están espiritualmente entrenados, con una fe viva y una relación constante con Dios, se pueden sentir guiados en la oscuridad. Han llenado sus vidas del Espíritu de Dios, que es comparado con el aceite. En cambio, las descuidadas, sin aceite adicional, representan a aquellos que han recibido la fe, pero no cultivan una vida espiritual profunda. Y en medio de la noche no tienen como orientarse o iluminar.
¿Cómo hacerlo?
Estar en condiciones. ¿Cómo podemos cargar combustible para que la lámpara siga encendida? Nota que es lo realmente importante para ti. Lo que da sentido a tu vida, y dedica tiempo a eso. Retoma una y otra vez las prácticas espirituales que alimentan tu capacidad de amar, tus habilidades para pacificarte y tener una convivencia armónica.
Tarea cotidiana
Jesús nos advierte que debemos estar siempre listos, ya que no sabemos cuándo llegará el Reino de Dios, lo cual puede sugerir que está viniendo siempre (vino, viene, vendrá en plenitud). La preparación no se limita a un acto único, sino que requiere un trabajo constante de alimentar nuestra fe y cultivar la triple relación personal de amorosidad, con uno mismo, con los demás y con Dios.
Recuerda: revisar el combustible espiritual y recargar los recursos con esmero. El aceite de las lámparas: lo que alimenta la llama de la fe, esperanza y el amor. “Yo tengo un fueguito humilde dentro del pecho encendido, y mientras pasa la noche le voy pegando un soplido” decía el monje Mamerto Menapace.
Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
Reg, Prof 6506 Py,
Ha cursado licenciatura en Teología Pastoral en la UCA (argentina)
Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com
Instagram: @raulnietopy
Psicología y espiritualidad
Nuestro combustible espiritual y cómo cultivarlo
El combustible espiritual es esa fuerza interior que nos impulsa, nos da sentido y nos conecta con algo más grande que nosotros mismos. Es lo que nos permite enfrentar los desafíos de la vida con resiliencia y encontrar paz en medio de la tormenta.
¿Qué es el combustible espiritual?
Es esa chispa divina que llevamos dentro, esa conexión con algo superior, sea cual sea nuestra creencia o espiritualidad. Es la fuente de nuestra sabiduría interior, nuestra compasión, nuestra creatividad y nuestra capacidad de amar.
¿Cómo cultivar nuestros recursos espirituales?
Cultivar nuestro combustible espiritual es como cuidar un jardín interior. Requiere atención, dedicación y ciertas prácticas. Aquí te presento algunas ideas:
- Meditación: que nos ayuda a calmar la mente, conectar con nuestro interior y encontrar paz.
- La naturaleza: Pasar tiempo en la naturaleza nos reconecta con algo más grande que nosotros y nos llena de energía.
- Práctica de la gratitud: Reconocer y apreciar lo que tenemos nos ayuda a cultivar una actitud positiva y a sentirnos más conectados con el universo.
- Servicio a los demás: Ayudar a otros nos brinda sentido y nos conecta con la comunidad. El que busca solamente su felicidad, se encuentra el sufrimiento, pero quien hace sentir felices a los demás encuentra su felicidad.
- Desarrollo personal: Leer, aprender cosas nuevas y explorar lo importante nos ayuda a crecer y a expandir nuestra conciencia.
- Conexión con una comunidad espiritual: Ya sea a través de una religión, un grupo de meditación o un círculo de amigos con intereses similares, compartir nuestras experiencias espirituales con otros puede ser muy enriquecedor.
- Ritual personal: Tener un ritual diario o semanal puede ayudarte a conectar con tu espiritualidad, como encender una vela, hacer una afirmación positiva o escribir en un diario. Los rituales dan sentido de pertenencia.
Beneficios de cultivar el combustible espiritual:
Equilibrio emocional: La espiritualidad puede reducir el estrés, la ansiedad y la depresión.
Lo importante: Nos ayuda a encontrar un significado más profundo de nuestra vida.
Conexión: Nos volvemos más compasivos y empáticos con los demás.
Creatividad: Puede abrir nuevas puertas a nuestra imaginación y creatividad.
Flexibilidad: Nos ayuda a enfrentar los desafíos de la vida con mayor fortaleza.
Recuerda, cultivar nuestro combustible espiritual es una inversión en nosotros mismos. Es una forma de nutrir nuestra alma, sentirnos guiados, encontrar más paz y estar contentos con nuestra vida.
Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com
Psicología y espiritualidad
El Aporte de la Psicología a la Espiritualidad
La psicología y la espiritualidad, dos disciplinas aparentemente distintas, han encontrado puntos de convergencia en los últimos años. Ambas buscan comprender la experiencia humana en profundidad, aunque desde perspectivas diferentes. La psicología ofrece herramientas y métodos científicos para estudiar la mente y el comportamiento, mientras que la espiritualidad se enfoca en la búsqueda de significado y conexión con algo más grande que uno mismo.
El aporte de la psicología a la espiritualidad
1. Comprensión científica de las experiencias espirituales: La psicología ha permitido estudiar científicamente fenómenos como la meditación, la oración y las experiencias místicas, proporcionando una base empírica para comprender mejor estos estados de conciencia.
2. Desarrollo de herramientas para cultivar la espiritualidad: La psicología ha desarrollado diversas técnicas y terapias que pueden ayudar a las personas a cultivar la atención plena, la compasión y otras cualidades espirituales.
3. Exploración de la relación entre mente y cuerpo: La psicología ha demostrado la profunda conexión entre la mente y el cuerpo, lo que tiene implicaciones importantes para la práctica espiritual, que a menudo enfatiza la integración de cuerpo, mente y espíritu.
4. Estudio de los factores psicológicos que influyen en la espiritualidad: La psicología ha investigado cómo factores como la personalidad, la crianza y las experiencias de vida influyen en la forma en que las personas experimentan la espiritualidad.
5. Desarrollo de intervenciones psicológicas para problemas espirituales: La psicología ha desarrollado intervenciones para ayudar a las personas a lidiar con problemas relacionados con la espiritualidad, como la pérdida de sentido o el duelo, o los valores.
Recuerda, la psicología aporta a la espiritualidad una mayor comprensión científica, herramientas prácticas y un enfoque basado en la evidencia. Al combinar los conocimientos de ambas disciplinas, podemos obtener una visión más completa y enriquecedora de la experiencia humana.
Algunos ejemplos de cómo la psicología se relaciona con la espiritualidad:
Psicología positiva: Se enfoca en el estudio de las emociones positivas y las fortalezas humanas, lo que puede contribuir al cultivo de la felicidad y el bienestar espiritual.
Terapia cognitivo-conductual: Esta terapia puede ayudar a las personas a modificar pensamientos y comportamientos negativos que interfieren con su bienestar espiritual.
Psicología transpersonal: Esta rama de la psicología se enfoca en las experiencias espirituales y trascendentales.
Es importante destacar que la psicología y la espiritualidad no son mutuamente excluyentes, sino que pueden complementarse. Al trabajar juntas, estas disciplinas pueden ofrecer una comprensión más profunda de la condición humana y ayudar a las personas a vivir vidas más armoniosas y satisfactorias.
Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com
Nuestro combustible espiritual
“Yo tengo un fueguito humilde dentro del pecho encendido, y mientras pasa la noche le voy pegando un soplido” dice el monje Mamerto Menapace.
Avivar ese fueguito (luz y calor en la oscuridad) puede ser un desafío en un mundo acelerado. La falta de tiempo, las distracciones y las dudas pueden obstaculizar nuestro camino. Sin embargo, es importante recordar que incluso pequeños momentos de conexión con nosotros mismos pueden tener un gran impacto
El combustible espiritual es la fuerza vital que nos impulsa y conecta con algo más grande que nosotros. Hay propuestas llamadas “Ejercicios espirituales” Para avivar esa chispa divina que nos permite enfrentar la vida con resiliencia y encontrar paz interior.
A través de prácticas como la meditación, el contacto con la naturaleza, la gratitud, el servicio a los demás, el desarrollo personal, la conexión con una agrupación, los rituales personales y comunitarios, podremos experimentar:
- Encuentro de paz interior: Reduciendo el estrés y la ansiedad.
- Sentido y para qué: Dando un significado más profundo a la vida.
- Conexión con los demás: Fomentando la compasión y la empatía.
- Desarrollo de la creatividad: Abriendo nuevas puertas a la imaginación.
- Aumento de la resiliencia: Enfrentando los desafíos con mayor fortaleza.
Recuerda, cultivar nuestro combustible espiritual es una inversión en nosotros mismos. Es una forma de nutrir nuestra alma, sentirnos guiados, encontrar más paz y estar contentos con nuestra vida.
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