Sábado 31 de agosto. Desarrollando los dones y talentos. Mateo 25, 14-30
Mateo 25, 14-30
En aquel tiempo,
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos se
parece también a un hombre que iba a salir de viaje a tierras lejanas; llamó a
sus servidores de confianza y les encargó sus bienes. A uno le dio cinco
talentos; a otro, dos; y a un tercero, uno, según la capacidad de cada uno, y
luego se fue.
El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros
cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que
recibió un talento hizo un hoyo en la tierra y allí escondió el dinero de su
señor.
Después de mucho tiempo regresó aquel hombre y llamó a cuentas a sus
servidores.
Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco,
diciendo: 'Señor, cinco talentos me dejaste; aquí tienes otros cinco, que con
ellos he ganado'. Su señor le dijo: 'Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto
que has sido fiel en cosas de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor.
Entra a tomar parte en la alegría de tu señor'.
Se acercó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: 'Señor, dos
talentos me dejaste; aquí tienes otros dos, que con ellos he ganado'. Su señor
le dijo: 'Te felicito, siervo bueno y fiel. Puesto que has sido fiel en cosas
de poco valor, te confiaré cosas de mucho valor. Entra a tomar parte en la
alegría de tu señor'.
Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y le dijo: 'Señor, yo
sabía que eres un hombre duro, que quieres cosechar lo que no has plantado y
recoger lo que no has sembrado. Por eso tuve miedo y fui a esconder tu talento
bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo'.
El señor le respondió: 'Siervo malo y perezoso. Sabías que cosecho lo que no he
plantado y recojo lo que no he sembrado. ¿Por qué, entonces, no pusiste mi
dinero en el banco, para que a mi regreso lo recibiera yo con intereses?
Quítenle el talento y dénselo al que tiene diez. Pues al que tiene se le dará y
le sobrará; pero al que tiene poco, se le quitará aun eso poco que tiene.
Y a este hombre inútil, échenlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y
la desesperación' ".
Desarrollando los dones y talentos
quizá se deba guardar:
la monedita del alma
se pierde si no se da.
En el mundo actual, a las personas que trabajan en profesiones creativas se les suele decir "el talento".
Pero en una antigua vasija griega. Un talento correspondía aproximadamente a la masa del agua que se necesitaba para llenar esa ánfora.
Mucho dinero. En la época de Jesús, un talento valía entre 4.000 y 6.000 denarios (un denario era equivalente a un día de salario). Esto significa que un talento podría equivaler a un máximo de 84.000 días de salario, o aproximadamente 11 años y medio de trabajo.
En los tiempos bíblicos, un talento era una unidad de dinero, y la parábola habla de un amo que castigaba a un sirviente por esconder, en lugar de invertir, una bolsa de talentos en ausencia del amo.
La parábola de los talentos, es una de las más conocidas y profundas del Nuevo Testamento. A través de esta historia, Jesús nos invita a reflexionar sobre la responsabilidad que tenemos con los dones y oportunidades que recibimos de Dios.
Los talentos como representación de los dones:
Los talentos aquí simbolizan los dones, habilidades y oportunidades que cada uno de nosotros recibe de Dios. Estos pueden ser talentos naturales, conocimientos adquiridos, recursos materiales o cualquier otra bendición que hayamos recibido.
La responsabilidad de utilizar los talentos: La parábola nos muestra que Dios espera que utilicemos nuestros talentos de manera productiva. Los siervos que invirtieron sus talentos y los hicieron crecer fueron recompensados por su señor. En cambio, aquel que enterró su talento fue castigado por su pereza y falta de fe.
La importancia de la actitud: La actitud de cada siervo es clave para entender la parábola. Los siervos fieles vieron sus talentos como una oportunidad para servir a su señor y hacer crecer su reino. En cambio, el siervo infiel vio a su señor como un hombre duro y temió perder lo que tenía.
La recompensa por la fidelidad: es la plenitud, el gozo y la alegría compartida.
Invitación a la acción:
-Identifica tus talentos: ¿Cuáles son los dones que puedes aceptar?
-Utiliza los talentos: ¿Cómo puedes usar nuestros talentos para brindar un servicio?
-Se responsable: ¿Estas siendo buen administrador de los dones que has recibido?
-Crece espiritualmente: ¿Cómo puedes desarrollar tus habilidades y crecer en el amor?
Recuerda, hemos recibido dones de Dios y que tenemos la responsabilidad de multiplicarlos. Somos responsables de los dones que hemos recibido y que podemos usarlos para homenajear la vida y servir a nuestros semejantes.
Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
Reg, Prof 6506 Py,
Ha cursado licenciatura en Teología Pastoral en la UCA (argentina)
Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com
Instagram: @raulnietopy
Psicología
Desarrollar las habilidades para la vida
Todos nacemos en una red de relaciones sociales, experimentamos emociones y descubrimos los pensamientos de nuestra mente. A medida que vamos creciendo aprendemos a pensar con claridad, a gobernar nuestras emociones y a relacionarnos de manera aceptable.
Las habilidades para la vida son herramientas esenciales que nos equipan para navegar por los desafíos y oportunidades que la vida nos presenta. Muchos dones y talentos son desperdiciados por falta de capacitación.
¿Qué son las habilidades para la vida? Son un conjunto de aprendizajes emocionales, sociales y racionales que nos permiten establecer relaciones saludables, resolver problemas, tomar decisiones informadas y adaptarnos a los cambios. Incluyen la comunicación efectiva, la resolución de conflictos, el pensamiento crítico, la empatía, la autoconciencia y la resiliencia.
Son importantes porque permiten:
- Relacionarnos mejor con los demás: Fortaleciendo vínculos familiares, amistades y relaciones laborales.
- Tomar decisiones más acertadas: Analizando información y considerando las consecuencias de nuestras acciones.
- Manejar el estrés y las emociones: Desarrollando estrategias para enfrentar los desafíos y mantener una actitud positiva.
- Adaptarnos al cambio: Siendo flexibles y abiertos a nuevas experiencias.
- Alcanzar nuestras metas: Estableciendo objetivos claros y trabajando de manera persistente para lograrlos.
¿Cómo podemos acrecentarlas?
- Educación formal: Las escuelas y universidades pueden fomentar el desarrollo de estas habilidades a través de programas y actividades específicas.
- Experiencias de la vida: A través de las relaciones interpersonales, el trabajo, el voluntariado y otras experiencias, podemos aprender y desarrollar nuevas habilidades.
- Desarrollo personal: La lectura, los cursos, los talleres y el asesoramiento pueden proporcionarnos herramientas y conocimientos valiosos.
- Práctica constante: La práctica es clave para mejorar cualquier habilidad. Cuanto más utilicemos estas habilidades, más fuertes se volverán.
- Búsqueda de feedback: Pedir opiniones a los demás nos ayuda a identificar nuestras fortalezas y áreas de mejora.
Recuerda, aumentar las habilidades para la vida pues son fundamentales para nuestro bienestar y buen desempeño. Todos tus dones y talentos crecen mediante esta capacitación. ¿Qué habilidades necesitas desarrollar?
Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com
Desarrollando Habilidades para la Vida
Moneda que está en la mano
quizá se deba guardar:
la monedita del alma
se pierde si no se da.
Antonio Machado
Las habilidades para la vida son herramientas esenciales que nos permiten enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades que nos presenta la vida. Estas habilidades, como la comunicación efectiva, la resolución de conflictos y la empatía, nos ayudan a relacionarnos mejor con los demás, tomar decisiones más acertadas y manejar el estrés.
¿Por qué son importantes? Porque nos permiten adaptarnos al cambio, alcanzar nuestras metas y vivir una vida más plena y satisfactoria.
¿Cómo podemos desarrollarlas? A través de la educación formal, las experiencias de la vida, el desarrollo personal, la práctica constante y la búsqueda de retroalimentación para identificar nuestras fortalezas y áreas a mejorar.
¿Qué habilidades te gustaría desarrollar?
Recuerda, invertir en el desarrollo de nuestras habilidades para la vida es una apuesta en nosotros mismos. Al hacerlo, potenciamos nuestros talentos y fortalecemos nuestra capacidad para construir relaciones nutritivas, alcanzar metas y vivir más contentos.
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