Sábado 17 de agosto. Ternura de Dios. Mateo 19, 13-15

 

La buena noticia

Mateo 19, 13-15

En aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orase por ellos. Los discípulos regañaron a la gente; pero Jesús les dijo: "Dejen a los niños y no les impidan que se acerquen a mí, porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos". Después les impuso las manos y continuó su camino.

 

Psicología y espiritualidad

Ternura de Dios

Este pasaje del Evangelio de Mateo nos ofrece mirada de gran ternura, valorando las actitudes positivas de la infancia. Jesús, al invitar a los niños a acercarse a Él, nos muestra la importancia de la inocencia, la confianza y la apertura que caracterizan a la niñez. Si bien existe mucha vulnerabilidad y pequeñez, también existe una enorme disposición al aprendizaje y al crecimiento.

La mirada

El texto resalta la necesidad de cultivar en nosotros una mirada sana y confiada ante la vida. La capacidad de asombro, la curiosidad y la alegría genuina son cualidades que enriquecen nuestras relaciones y nos permiten conectar con nuestro ser más profundo. Al igual que los niños, necesitamos mantener viva nuestra capacidad de maravillarnos y de ver el mundo con ojos nuevos.

Entornos nutritivos

Además, el texto nos recuerda proteger y cuidar a los más vulnerables. Los niños y los indefensos son un regalo para la sociedad y merecen nuestro amor y protección. Al crear entornos seguros y nutritivos, estamos construyendo un mundo más esperanzador para todos.

La frase "de los que son como ellos es el reino de los cielos" sugiere que los adultos pueden aprender mucho de la inocencia y la autenticidad de los niños.

Recuerda: recupera las actitudes del niño sano en ti, a valora el cuidado de los demás y construye un mundo más humano en el que se hace posible crecer.

 Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
 Reg, Prof 6506 Py,
 Ha cursado licenciatura en Teología Pastoral en la UCA (argentina)
 Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com
Instagram: @raulnietopy

 

Psicología

El niño sano y el niño herido coexisten en nosotros

Cada adulto lleva dentro un niño interior, que puede ser tanto sano como herido.

Características del niño sano a cultivar:

- Curiosidad: Mantener viva la capacidad de asombro y la búsqueda de nuevas experiencias.

- Creatividad: Fomentar la imaginación y la expresión de ideas originales.

- Autenticidad: Ser genuinos y expresar nuestros sentimientos de forma honesta.

- Confianza: Creer en nuestras capacidades y en el futuro.

- Juego: Dedicar tiempo a actividades lúdicas y disfrutar del presente.

Características del niño herido a sanar:

- Miedos: Identificar y trabajar en los miedos que limitan nuestra vida.

- Heridas emocionales: Sanar las heridas del pasado para liberar el dolor y la rabia.

- Baja autoestima: Reconocer y valorar nuestras cualidades.

- Dependencia: Cultivar la autonomía y la independencia.

El niño sano y el niño herido coexisten en nosotros. Al reconocer y aceptar ambas partes, podemos trabajar en sanar las heridas del pasado y cultivar las cualidades positivas del niño interior. Sentirnos seres llenos de curiosidad, imaginación y confianza. Esto nos permitirá vivir con mayor armonía.

Recuerda: Recupera la conexión con tu niño interior sano y a cura las heridas del pasado. Recupera tu alegría de vivir, tu creatividad y desarrolla tu potencial.

Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
 Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com


 


 

 


Comentarios

Entradas populares de este blog

Comencemos bendiciendo con gratitud

Cambio profundo: ¿Un camino gradual o instante mágico?

Vínculos, parentescos y autonomía