Domingo 11 de agosto. Pan que alienta integralmente la vida. Juan 6, 41-51
La buena noticia
Juan 6, 41-51
En aquel tiempo,
los judíos murmuraban contra Jesús, porque había dicho: "Yo soy el pan
vivo que ha bajado del cielo", y decían: "¿No es éste, Jesús, el hijo
de José? ¿Acaso no conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo nos dice ahora que
ha bajado del cielo?"
Jesús les respondió: "No murmuren. Nadie puede venir a mí, si no lo atrae
el Padre, que me ha enviado; y a ése yo lo resucitaré el último día. Está
escrito en los profetas: Todos
serán discípulos de Dios. Todo aquel que escucha al Padre y aprende
de él, se acerca a mí. No es que alguien haya visto al Padre, fuera de aquel
que procede de Dios. Ese sí ha visto al Padre.
Yo les aseguro: el que cree en mí, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida.
Sus padres comieron el maná en el desierto y sin embargo, murieron. Éste es el
pan que ha bajado del cielo para que, quien lo coma, no muera. Yo soy el pan
vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el
pan que yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga vida''.
Psicología y fe
Pan que alienta integralmente la vida
El pasaje de Juan 6:41-51, donde Jesús se presenta como el "pan de vida", nos invita a reflexionar sobre una necesidad que trasciende lo físico: la alimentación espiritual.
Justo como nuestro cuerpo necesita alimento para funcionar, nuestro espíritu también anhela nutrirse. Al igual que los judíos murmuraban por no entender la profundidad de las palabras de Jesús, nosotros a veces buscamos llenar vacíos espirituales con cosas materiales o relaciones superficiales.
El pasaje nos recuerda que la verdadera saciedad viene de alimentar nuestra alma, de buscar un sentido más profundo a la vida. Al igual que el cuerpo necesita una dieta equilibrada, nuestra alma necesita una alimentación espiritual que incluya la reflexión, la conexión con los demás y la búsqueda de un para qué. Solo así podremos experimentar una plenitud y felicidad duraderas.
Podemos preguntarnos: ¿Qué estoy alimentando en mi vida? ¿Estoy nutriendo integralmente mi ser o solo satisfaciendo necesidades superficiales?
Al reconocer el impacto que nuestras creencias espirituales tienen en nuestra vida, podemos cultivar una fe que nos nutre y nos ayuda a vivir una vida que alimenta el amor y la alegría.
Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
Reg, Prof 6506 Py,
Ha cursado licenciatura en Teología Pastoral en la UCA (argentina)
Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com
Instagram: @raulnietopy
Psicología
La experiencia espiritual individual y su conexión con la salud mental
En este espacio de psicología miramos a lo profundo. ¿Alguna vez te has preguntado cómo tu espiritualidad, tus creencias y tus valores influyen en tu bienestar emocional? Hoy consideramos algunas pautas para mirar con curiosidad tu propia experiencia espiritual y cómo esta se relaciona con tu salud mental.
Mirando con curiosidad
La espiritualidad es un aspecto de la experiencia humana, una dimensión la persona, como la biológica o social. Ya sea que te identifiques con una religión específica o que simplemente tengas una conexión profunda con algo más grande que tú, tu espiritualidad juega un papel importante en tu vida. Ocurre en el contexto de tu cultura, recoge la sabiduría de la humanidad. La vivencia espiritual es única para cada persona y se describe mejor en términos poéticos, en relatos de sabiduría.
Para explorar esta conexión, te proponemos las siguientes preguntas:
¿Qué significa la espiritualidad para ti? ¿Es una práctica diaria, una creencia fundamental o una experiencia personal?
¿Cómo te hace sentir tu espiritualidad? ¿Te brinda paz, esperanza, propósito o comunidad?
¿Ha habido momentos en tu vida en los que tu espiritualidad te ha ayudado a superar desafíos?
¿Cómo se relaciona tu espiritualidad con tu salud mental? ¿Te ayuda a manejar el estrés, la ansiedad o la depresión?
Reflexionar sobre tu experiencia espiritual puede ser una herramienta poderosa para mejorar tu bienestar emocional. Al comprender cómo tu espiritualidad te influye, puedes cultivar una práctica espiritual que te nutra y te apoye en tu camino hacia la salud integral.
Numerosos estudios han demostrado que la espiritualidad puede tener un impacto positivo en nuestra salud mental. La fe puede proporcionar:
- Un sentido, un para qué: Dando un significado más profundo a la vida.
- Una red de apoyo: Sentido de pertenencia, a través de grupos sanos y solidarios.
- Herramientas para enfrentar el estrés y la adversidad, y construir tu soporte interno.
Recuerda, no hay una sola forma de experiencia espiritual. Lo importante es encontrar lo que te nutre a ti. Conviene dedicar unos minutos cada día considerar estas preguntas. Puedes escribir en un diario, meditar o simplemente conversar con alguien de confianza. Al explorar tu mundo interior, podrás descubrir una conexión más profunda entre tu espiritualidad y tu salud emocional.
Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com
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Un Faro y un Mapa
Tu espiritualidad es un faro que guía tu camino e ilumina tu interior. La psicología te brinda mapas para la salud emocional. ¿Cómo complementar ambas?
Espiritualidad y psicología, un faro y un mapa, nos acompañan de forma complementaria hacia el bienestar.
La espiritualidad nos ofrece una linterna interna, un sentido, un para qué, más allá de lo material. Nos ilumina desde adentro, brindándonos esperanza, consuelo y una perspectiva más amplia de la vida.
La psicología, por su parte, nos proporciona herramientas y conocimientos para comprender nuestras emociones, pensamientos y comportamientos. Es como un mapa que nos ayuda a navegar por los desafíos de la vida y a desarrollar habilidades para mejorar nuestra salud mental.
¿Cómo complementar ambas?
Integrando: Al combinar los principios espirituales con las herramientas psicológicas, podemos desarrollar una visión más completa de nosotros mismos y del mundo.
Autoconocimiento: La espiritualidad nos invita a explorar nuestro ser interior, mientras que la psicología nos proporciona las herramientas científicas para comprenderlo de manera más profunda.
Resiliencia: La espiritualidad nos fortalece frente a la adversidad, mientras que la psicología nos enseña estrategias para manejar el estrés y la ansiedad.
Crecimiento personal: Ambas disciplinas nos impulsan a crecer y desarrollarnos como personas, y alcanzar nuestro máximo potencial.
Al unir la luz interior de la espiritualidad con la guía de la psicología, podemos construir una vida más plena, significativa y feliz. Es como tener un faro y un mapa para navegar por el océano de la existencia.



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