Miércoles 21 de agosto. Es bueno con todos. Somos iguales ante su bondad. Mateo 20, 1-16


La buena noticia

Mateo 20, 1-16

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: "El Reino de los cielos es semejante a un propietario que, al amanecer, salió a contratar trabajadores para su viña. Después de quedar con ellos en pagarles un denario por día, los mandó a su viña. Salió otra vez a media mañana, vio a unos que estaban ociosos en la plaza y les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña y les pagaré lo que sea justo'. Salió de nuevo a medio día y a media tarde e hizo lo mismo.
Por último, salió también al caer la tarde y encontró todavía a otros que estaban en la plaza y les dijo: '¿Por qué han estado aquí todo el día sin trabajar?' Ellos le respondieron: 'Porque nadie nos ha contratado'. El les dijo: 'Vayan también ustedes a mi viña'.
Al atardecer, el dueño de la viña le dijo a su administrador: 'Llama a los trabajadores y págales su jornal, comenzando por los últimos hasta que llegues a los primeros'. Se acercaron, pues, los que habían llegado al caer la tarde y recibieron un denario cada uno.
Cuando les llegó su turno a los primeros, creyeron que recibirían más; pero también ellos recibieron un denario cada uno. Al recibirlo, comenzaron a reclamarle al propietario, diciéndole: 'Esos que llegaron al último sólo trabajaron una hora, y sin embargo, les pagas lo mismo que a nosotros, que soportamos el peso del día y del calor'.
Pero él respondió a uno de ellos: 'Amigo, yo no te hago ninguna injusticia. ¿Acaso no quedamos en que te pagaría un denario? Toma, pues, lo tuyo y vete. Yo quiero darle al que llegó al último lo mismo que a ti. ¿Qué no puedo hacer con lo mío lo que yo quiero? ¿O vas a tenerme rencor porque yo soy bueno?'
De igual manera, los últimos serán los primeros, y los primeros, los últimos''.

 

Psicología y espiritualidad

La gracia inesperada

La parábola de los viñadores presenta una imagen sorprendente de la justicia divina. A primera vista, parece injusto que aquellos que trabajaron menos reciban la misma recompensa que quienes trabajaron más. Sin embargo, Jesús nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de la gracia divina y su manera de actuar.

Es bueno con todos. Somos iguales ante su bondad.

En esta parábola, el dueño de la viña representa a Dios. Su decisión de pagar a todos los trabajadores lo mismo, sin importar la hora en que comenzaron a trabajar, revela un aspecto fundamental de la gracia divina: es un regalo más allá de lo merecido. La salvación y la vida eterna no son resultado de nuestros méritos, sino de la bondad de Dios. Es bueno con todos. Somos iguales ante su bondad.

¿Por qué se quejan?

Los trabajadores que se quejaron representan a aquellos que confían en sus propios méritos y en la justicia humana de los reinos de la época. Al hacerlo, olvidan que la salvación es un don gratuito ofrecido a todos. La respuesta del dueño de la viña nos recuerda que Dios es soberano y que su reino tiene otra lógica, la de la bondad amorosa.

¿Qué podemos mirar con curiosidad y gratitud?

La gracia es un regalo: La salvación es un regalo gratuito de Dios, que podemos recibir con gratitud, proviene de su bondad amorosa.

Dios es justo, pero sus caminos van más allá los nuestros: La justicia de Dios no siempre coincide con nuestra idea de justicia, podemos intuir un océano de bondad desde nuestro pequeño lago.

La humildad es esencial: para reconocer nuestra necesidad de la gracia divina y evitar la tentación de compararnos con los demás.

La misericordia de Dios se extiende a todos: Dios ofrece su amor y perdón a todos, sin importar nuestro pasado o nuestras circunstancias. La misericordia es el trato compasivo a los que están en apuros. La misericordia es el fruto de la compasión. Es el regalo que hacen a los que sufren quienes ven y viven de manera compasiva. En el Nuevo Testamento, Jesús es movido a menudo a la misericordia a través de la compasión.

Recuerda, puedes adoptar una perspectiva receptiva, humilde y agradecida ante la gracia de Dios. La salvación es un regalo, y la bondad de Dios trasciende nuestra comprensión.

Observa brevemente: en este mismo momento las maravillas que están a tu alcance, nada hiciste para pintar de belleza el paisaje, la mayoría de lo que puedes disfrutar en este instante es un regalo. Valora y disfruta sin comparar.

Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
 Reg, Prof 6506 Py,
 Ha cursado licenciatura en Teología Pastoral en la UCA (argentina)
 Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com
Instagram: @raulnietopy

 


 

Psicología

No se disfruta comparando sino apreciando

De mañana, al mediodía, de tarde: tenemos la oportunidad de participar de las maravillas de la vida.

Regalos

Nosotros recibimos cada día innumerables regalos de la vida: la naturaleza, las relaciones, la salud. Sin embargo, nos ponemos quejosos y a menudo comparamos nuestra situación con la de los demás, olvidando que la vida es un don y no un premio a ganar.

Ahora y desde dentro

Creemos que el bienestar es un objetivo al que se llega si alcanzas ciertos logros o posesiones, y, por tanto, miramos con envidia lo que otros tienen. Sin embargo, la felicidad no es algo solamente futuro, sino un proceso dinámico que se construye desde ahora y desde adentro.

Compararnos constantemente con los demás puede generar insatisfacción y frustración, ya que siempre habrá alguien que parezca tener más o mejor.

Apreciando con gratitud

Agradecer lo que tenemos, por más pequeño que parezca, aumenta nuestra satisfacción y bienestar. Centrados en lo que hemos recibido, en lugar de en lo que nos falta, cultivamos una actitud más positiva de satisfacción con la vida.

Aceptar lo bueno

La invitación es a vivir el presente, a disfrutar de las pequeñas cosas y a reconocer que muchas de las maravillas que nos rodean son un regalo. La felicidad no reside en la comparación, sino en la apreciación de lo que tenemos. Podemos encontrar satisfacción en la vida al aceptar con gratitud todo lo que se nos ofrece gratuitamente.

Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
 Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com



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