Lunes 26 de agosto. Jesús evalúa la hipocresía de los escribas y fariseos. Mateo 23, 13-22
La buena noticia
Mateo 23, 13-22
En aquel tiempo,
Jesús dijo a los escribas y fariseos: "¡Ay de ustedes, escribas y fariseos
hipócritas, porque les cierran a los hombres el Reino de los cielos! Ni entran
ustedes ni dejan pasar a los que quieren entrar.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para
ganar un adepto, y cuando lo consiguen, lo hacen todavía más digno de
condenación que ustedes mismos!
¡Ay de ustedes, guías ciegos, que enseñan que jurar por el templo no obliga,
pero que jurar por el oro del templo, sí obliga! ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es
más importante, el oro o el templo, que santifica al oro? También enseñan
ustedes que jurar por el altar no obliga. ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la
ofrenda o el altar, que santifica a la ofrenda? Quien jura, pues, por el altar,
jura por él y por todo lo que está sobre él. Quien jura por el templo, jura por
él y por aquel que lo habita. Y quien jura por el cielo, jura por el trono de
Dios y por aquel que está sentado en él".
Psicología y espiritualidad
Jesús evalúa la hipocresía de los escribas y fariseos.
Estos líderes religiosos eran respetados por el pueblo, pero Jesús evalúa de mostrarse hipócritas y de cerrar el reino de los cielos a las personas.
Los líderes religiosos se enfocaban en detalles sin importancia, como las reglas sobre juramentos y ofrendas, pero descuidaban los aspectos más importantes de la fe, como el amor al prójimo y la compasión. Jesús les dice que son "guías ciegos" que no entienden el verdadero significado de la Ley de Dios.
Jesús les señala que están ciegos espiritualmente, a pesar de ser los guías religiosos. Su enfoque en las normas externas y su falta de compasión los alejan de Dios y de las personas.
¿Qué podemos aprender? Que la religión verdadera no se trata de cumplir con reglas al pie de la letra, sino de tener un corazón sincero y de amar a Dios y al prójimo. También nos advierte sobre el peligro de la hipocresía y de la falsa espiritualidad vacía de amor.
Recuerda, Jesús nos invita a ir más allá de las apariencias y a buscar la esencia de la fe, que es el amor. Es importante recordar que todos somos susceptibles a la hipocresía en algún momento. La clave está en reconocer nuestros propios prejuicios y trabajar para superarlos
Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
Reg, Prof 6506 Py,
Ha cursado licenciatura en Teología Pastoral en la UCA (argentina)
Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com
Instagram: @raulnietopy
Psicología
Hipocresía y Cultivo de la Claridad y la Sinceridad Amorosa
La hipocresía, un fenómeno complejo
La hipocresía, es un fenómeno psicológico complejo que involucra una discrepancia entre lo que se dice y lo que se hace, entre las creencias proclamadas y las acciones llevadas a cabo.
Algunos consideran que una pizca de hipocresía es el lubricante de las relaciones sociales. Otros un ácido que las destruye. La hipocresía como conducta psicológica, puede surgir por diversos motivos:
- Miedo al rechazo: A veces, las personas actúan de manera hipócrita para evitar el conflicto o el rechazo social.
- Autoengaño: En ocasiones, las personas pueden creer sinceramente en sus propias justificaciones, aunque sus acciones contradigan sus creencias.
- Necesidad de aprobación: La búsqueda constante de aprobación social puede llevar a las personas a adoptar comportamientos que no reflejan sus verdaderos valores.
- Defensa del ego: La hipocresía puede ser una forma de proteger nuestra imagen pública y evitar sentirnos vulnerables o inadecuados.
Cultivando la claridad y la sinceridad amorosa
Para cultivar la claridad y la sinceridad amorosa, es necesario trabajar en varios niveles:
- Autoconocimiento: Es fundamental conocer nuestros propios valores, creencias y motivaciones. La introspección y la reflexión personal nos permiten identificar las áreas en las que podemos ser más auténticos.
- Comunicación asertiva: Aprender a expresar nuestros pensamientos y sentimientos de manera clara y respetuosa es esencial para construir relaciones auténticas.
- Empatía: Ponernos en el lugar del otro nos ayuda a comprender sus perspectivas y a comunicarnos de manera más efectiva.
- Autenticidad: Ser auténticos implica ser fieles a nosotros mismos, incluso cuando esto signifique ser vulnerables o impopulares.
- Práctica constante: Cultivar la claridad y la sinceridad es un proceso continuo que requiere práctica y paciencia.
Beneficios de la sinceridad amorosa
La sinceridad amorosa ofrece numerosos beneficios tanto para nosotros como para nuestras relaciones:
- La autenticidad fomenta relaciones basadas en la confianza y la reciprocidad.
- Reduce el estrés y la ansiedad asociados a la hipocresía.
- Autoestima: Ser fieles a nosotros mismos, pues fortalecemos nuestra autoestima y sentido de identidad.
- Mayor influencia positiva: Las personas coherentes inspiran a otros y tienen un mayor impacto en el mundo.
Recuerda
La hipocresía es un comportamiento de incoherencias psíquicas. Sin embargo, es posible cultivar la claridad y la sinceridad amorosa a través del autoconocimiento, la comunicación asertiva, la empatía y la práctica constante. Al hacerlo, podemos construir relaciones más profundas y auténticas.
Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com
Psicología y sociedad
Comportamientos Hipócritas en la Sociedad Actual
La hipocresía es un fenómeno que ha permeado las sociedades a lo largo de la historia, y la actual no es una excepción. A menudo, observamos una gran discrepancia entre los valores que profesamos y las acciones que llevamos a cabo. A continuación, te presento algunos ejemplos comunes de comportamientos hipócritas en nuestra sociedad:
En el ámbito social:
Activismo selectivo: Muchas personas se muestran activistas en ciertas causas, pero ignoran otras igualmente importantes. Por ejemplo, alguien puede defender los derechos de los animales, pero consumir productos de origen animal.
Juicios morales: Emitimos juicios severos sobre los demás, pero somos indulgentes con nuestras propias faltas.
Doble moral: Aplicamos diferentes estándares morales a diferentes grupos de personas o situaciones.
En el ámbito político:
Discurso vs. acciones: Los políticos a menudo prometen cambios y reformas que luego no cumplen.
Intereses particulares: Los intereses personales o partidistas pueden prevalecer sobre el bien común.
Populismo: Se utilizan discursos simplistas y emocionales para manipular a las masas, en lugar de ofrecer soluciones reales a los problemas.
En el ámbito económico:
Consumo consciente: Mucha gente habla de consumir de forma responsable y sostenible, pero sigue comprando productos desechables y de empresas poco éticas.
Desigualdad: Se promueve la igualdad, pero se perpetúan las desigualdades económicas y sociales.
En el ámbito personal:
Envidia y celos: Criticamos a los demás por sus logros, pero nos sentimos insatisfechos con nuestros propios éxitos.
Falsa modestia: Pretendemos ser más humildes de lo que somos en realidad.
Doble vida: Mantenemos una imagen pública impecable, mientras que en privado actuamos de manera muy diferente.
¿Por qué se produce esta hipocresía?
Miedo al rechazo social: Temor a no ser aceptados si mostramos nuestras verdaderas opiniones o sentimientos.
Presión social: La necesidad de conformarse a las normas y expectativas de nuestro entorno.
Inseguridad: La hipocresía puede ser una forma de compensar nuestras propias inseguridades.
Intereses personales: A veces, la hipocresía sirve para obtener beneficios personales.
¿Cómo combatir la hipocresía?
Autoconocimiento: Reflexionar sobre nuestros propios valores y acciones.
Honestidad y coherencia: Ser sinceros con nosotros mismos y con los demás.
Consistencia: Asegurarnos de que nuestras palabras y acciones estén alineadas.
Empatía: Ponerse en el lugar de los demás y tratar de entender sus perspectivas.
Crítica constructiva: Aprender a expresar nuestras opiniones de manera respetuosa y constructiva.
Es importante recordar que todos somos susceptibles a la hipocresía en algún momento. La clave está en reconocer nuestros propios prejuicios y trabajar para superarlos.
Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com
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La hipocresía en la sociedad actual
La hipocresía, un fenómeno arraigado en la sociedad, se manifiesta en diversos ámbitos de nuestra vida cotidiana. Desde el activismo selectivo hasta la corrupción política, la discrepancia entre lo que se dice y lo que se hace es una constante.
Causas y consecuencias
Causas como el miedo al rechazo, la búsqueda de aprobación y la inseguridad personal alimentan este comportamiento. Las consecuencias son múltiples: erosiona la confianza, divide a la sociedad y obstaculiza el progreso.
En las redes
En la era digital, la hipocresía se ha amplificado con la creación de identidades en línea que a menudo distan mucho de la realidad. La cultura de la cancelación, por ejemplo, evidencia cómo juzgamos a los demás sin conocer el contexto completo, cayendo en una nueva forma de hipocresía.
Prejuicios
Algunos consideran que una pizca de hipocresía es el lubricante de las relaciones sociales, otros un disolvente. Es importante recordar que todos somos susceptibles a la hipocresía en algún momento. La clave está en reconocer nuestros propios prejuicios y trabajar para superarlos.
Superación
Para superar esta conducta, es fundamental cultivar la autoconciencia, la honestidad y la empatía. Al reconocer nuestros propios prejuicios y trabajar en nuestra autenticidad, podemos contribuir a construir relaciones más sólidas y una sociedad más compasiva.





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