Sábado 6 de julio. Nuevos tiempos, nuevas actitudes: Lo nuevo y lo antiguo. Mateo 9:14-17
Mateo 9, 14-17
En aquel tiempo, los discípulos de Juan fueron a ver a Jesús y le preguntaron: “¿Por qué tus discípulos no ayunan, mientras nosotros y los fariseos sí ayunamos?” Jesús les respondió: “¿Cómo pueden llevar luto los amigos del esposo, mientras él está con ellos? Pero ya vendrán días en que le quitarán al esposo, y entonces sí ayunarán.
Nadie remienda un vestido viejo con un parche de tela nueva, porque el remiendo nuevo encoge, rompe la tela vieja y así se hace luego más grande la rotura. Nadie echa el vino nuevo en odres viejos, porque los odres se rasgan, se tira el vino y se echan a perder los odres. El vino nuevo se echa en odres nuevos y así las dos cosas se conservan’’.
Sábado 6 de julio. Nuevos tiempos, nuevas actitudes: Lo nuevo y lo antiguo. Mateo 9:14-17
En este episodio, abordamos el texto de Mateo 9:14-17, donde Jesús responde a una pregunta de los discípulos de Juan sobre el ayuno, utilizando dos parábolas para explicar la necesidad de renovar las prácticas y estructuras para albergar un mensaje nuevo.
El contexto del ayuno:
El ayuno implicaba abstenerse de alimentos y otras actividades para concentrarse en la adoración, la confesión u oraciones específicas a Dios. Era una práctica religiosa muy común en la época, asociada a la penitencia y la búsqueda de la cercanía con Dios. La costumbre era no comer durante el día, pero si cuando oscureciera. Le cuestionan a Jesús sobre las prácticas de ayuno de sus discípulos.
La respuesta de Jesús:
Jesús responde a la pregunta utilizando dos parábolas: la del vestido viejo y el remiendo nuevo, y la del vino nuevo y los recipientes viejos. En ambas parábolas, Jesús utiliza la imagen de algo nuevo que no puede ser contenido por estructuras o prácticas antiguas.
Mirada del psicólogo:
Las parábolas de Jesús pueden interpretarse como una metáfora del crecimiento personal y la necesidad de estar abiertos a nuevas formas de pensar y actuar.
Apego a lo viejo: El apego a prácticas o estructuras antiguas, incluso si ya no son funcionales o relevantes, puede impedir el crecimiento y la adaptación a nuevas realidades.
El "vino nuevo" representa las nuevas ideas, creencias o experiencias que pueden desafiar nuestras estructuras mentales y emocionales existentes.
Preparación para lo nuevo: Para acoger lo nuevo, es necesario crear "odres nuevos" (recipientes), es decir, desarrollar la flexibilidad mental, la apertura y la disposición para adaptarse.
Mirando hacia adentro:
Los aprendizajes con Jesús pueden relacionarse a nuestra vida personal de diversas maneras:
Cuestionar nuestras creencias: Es importante interrogar periódicamente nuestras creencias y prácticas para asegurarnos de que siguen siendo relevantes y significativas para nosotros.
Estar abiertos a nuevas experiencias: Debemos estar abiertos a nuevas experiencias, puntos de vista y perspectivas, que pueden enriquecer o matizar nuestra forma actual de pensar, haciéndonos más flexibles y adaptables.
Crecer y evolucionar: El crecimiento personal implica estar dispuestos reformular lo viejo y abrazar lo nuevo. Esto puede ser un proceso desafiante, pero también es esencial para nuestro bienestar psicológico y espiritual.
Pistas de acción: Para aplicar a diversos aspectos de nuestra vida:
Relaciones personales: Debemos estar abiertos a nuevas formas de relacionarnos con los demás, dejando atrás patrones negativos de comunicación o interacción.
Crecimiento personal: Revisar nuestras propias creencias y valores, buscando siempre ampliar nuestra mirada y evolucionar como personas.
Espiritualidad: La conexión con lo divino puede requerir nuevas formas de expresión y experiencia, abandonando la rigidez y abriendo nuestra mente a posibilidades más profundas.
Revisemos:
¿Te identificas con la tendencia a aferrarte a lo que ya no te sirve?
¿Qué áreas de tu vida crees que necesitan "recipientes nuevos"? ¿Cómo
puedes cultivar la apertura y la flexibilidad mental para renovar tu vida
personal?
El mensaje de hoy nos invita a una reflexión inteligente sobre la necesidad de estar más adaptables y de crear espacios en nuestras vidas para renovarnos. Al igual que el vino nuevo requiere recipientes nuevos, nuestro crecimiento personal exige que desarrollemos la flexibilidad mental y la disposición para abrazar nuevos enfoques y experiencias.
Experiencia meditativa: Nuevos tiempos nuevas actitudes. Lo nuevo y lo antiguo: Mateo 9:14-17
En esta meditación guiada, exploramos el pasaje de Mateo 9:14-17, donde Jesús utiliza dos parábolas para hablar sobre la necesidad flexibilidad y adaptación. A través de la visualización, conectaremos con el mensaje de Jesús y lo aplicaremos a nuestras propias vidas.
Preparación:
Busca un lugar tranquilo y cómodo donde puedas sentarte o recostarte.
Cierra los ojos suavemente o relaja la mirada.
Toma algunas respiraciones profundas, inhalando y exhalando lentamente. Presta atención a la sensación del aire entrando y saliendo de tu cuerpo.
Deja que tu cuerpo se relaje y tu mente se calme. Aquieta la mente y trae tu atención al presente escuchando los sonidos del ambiente.
Visualización de la primera parábola:
Imagina un vestido viejo, desgastado por el tiempo y el uso. Visualiza a alguien intentando repararlo con un parche de tela nueva. Observa cómo el remiendo nuevo, al encogerse después del lavado, rompe la tela vieja y agranda la rotura.
Considera los aspectos de tu vida que podrían compararse con el vestido viejo. ¿Hay hábitos, creencias o patrones de comportamiento que te estén limitando o causando daño? ¿Es necesario que te desprendas de algo para dar paso a lo nuevo?
Visualización de la segunda parábola:
Imagina odres viejos, recipientes hechos de cuero curtido y endurecido. Visualiza a alguien intentando verter vino nuevo en estos odres. Observa cómo los odres se rajan, derramando el vino y arruinándose.
Reflexión sobre la segunda parábola:
Piensa en las estructuras mentales o emocionales que podrían compararse con los odres viejos. ¿Hay pensamientos rígidos, miedos o limitaciones que te impidan recibir nuevas experiencias o crecer como persona? ¿Es necesario que te prepares para afrontar tu vida con una mirada renovada?
Visualizando el vino nuevo:
Imagina ahora un vino nuevo, de color intenso y aroma embriagador. Visualiza este vino siendo vertido en recipientes nuevos, flexibles y resistentes. Observa cómo el vino se conserva y se añeja en estos odres, adquiriendo un sabor aún más exquisito.
Reflexión sobre el vino nuevo:
Piensa en las nuevas posibilidades, ideas o formas de ser que te gustaría incorporar a tu vida. ¿Qué te impide abrazar la novedad? ¿Cómo puedes prepararte para recibir el "vino nuevo" en tu interior?
Integración del mensaje:
Repite en silencio la siguiente afirmación: "Estoy dispuesto a cambiar y a adaptarme con sabiduría y amor. Estoy dispuesto a deshacerme de lo viejo y a prepararme para recibir lo nuevo. Cada día es nuevo. Confío en que el 'vino nuevo' traerá crecimiento y renovación a mi vida."
Lleva contigo la sensación de paz y apertura que has experimentado durante esta meditación. Recuerda que el cambio y la adaptación son procesos naturales y necesarios para el crecimiento personal. Confía en tu capacidad para acoger lo nuevo y transformar tu vida.
Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
Reg, Prof 6506 Py,
Ha cursado licenciatura en Teología Pastoral en la UCA (argentina)
Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com
Instagram: @raulnietopy
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