Domingo 28 de julio. Recibir y agradecer para multiplicar. Juan 6:1-15
Juan 6, 1-15
En aquel tiempo,
Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea o lago de Tiberíades. Lo
seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía curando a los
enfermos. Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, festividad de los judíos. Viendo Jesús que mucha gente
lo seguía, le dijo a Felipe: "¿Cómo compraremos pan para que coman
éstos?" Le hizo esta pregunta para ponerlo a prueba, pues él bien sabía lo
que iba a hacer. Felipe le respondió: "Ni doscientos denarios de pan
bastarían para que a cada uno le tocara un pedazo de pan". Otro de sus
discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: "Aquí hay un
muchacho que trae cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué es eso para
tanta gente?" Jesús le respondió: "Díganle a la gente que se
siente". En aquel lugar había mucha hierba. Todos, pues, se sentaron ahí;
y tan sólo los hombres eran unos cinco mil.
Enseguida tomó Jesús los panes, y después de dar gracias a Dios, se los fue
repartiendo a los que se habían sentado a comer. Igualmente les fue dando de
los pescados todo lo que quisieron. Después de que todos se saciaron, dijo a
sus discípulos: "Recojan los pedazos sobrantes, para que no se
desperdicien". Los recogieron y con los pedazos que sobraron de los cinco
panes llenaron doce canastos.
Entonces la gente, al ver el signo que Jesús había hecho, decía: "Éste es,
en verdad, el profeta que habría de venir al mundo". Pero Jesús, sabiendo
que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró de nuevo a la montaña, él
solo.
Psicología y tradición cristiana
Recibir y agradecer para multiplicar. Juan 6:1-15
En este espacio de psicología y fe nos sumergiremos en la historia bíblica de los cinco panes y los dos peces, un relato que trasciende lo milagroso para ofrecernos profundas miradas sobre la generosidad, la fe y el potencial humano.
Recibió lo poco agradeciendo y lo repartió sonriendo.
La historia nos presenta una situación aparentemente imposible: alimentar a una multitud hambrienta con escasos recursos. Sin embargo, Jesús, con su sabiduría y compasión, demuestra que incluso lo poco que tenemos puede multiplicarse cuando lo compartimos con generosidad. Recibió lo poco agradeciendo y lo repartió sonriendo.
La importancia de confiar
La fe confiada desempeña un papel fundamental en este relato. Los discípulos, al ver la magnitud del problema, se sienten abrumados y desanimados. Sin embargo, Jesús los invita a confiar en Él y en su poder para multiplicar lo poco que tienen.
El Potencial Humano
Más allá de lo milagroso, esta historia nos habla del potencial solidario que llevamos dentro de cada uno de nosotros. Cuando compartimos lo que tenemos, ya sea tiempo, talentos o recursos, las capacidades organizativas, estamos poniendo en marcha un proceso de multiplicación que puede transformar nuestras vidas y las vidas de quienes nos rodean.
También nos habla de recibir agradeciendo, valorar eso que consideramos poco en nuestras vidas, eso que sí tenemos para aportar: punto de vista, creatividad, aprendizajes previos. Recibir agradeciendo el saludo, la mano amiga, la presencia cercana, las maravillas del instante presente. Y compartir sonriendo, no desde la carencia sino desde la gratitud y el amor solidario. Es verdad que algunos enferman de estrés de la compasión, sobreactuando la ayuda. Pero otros sanan por experimentar la alegría de la compasión.
Mirando la vida cotidiana y multiplicando:
Voluntariado: Al dedicar nuestro tiempo y energía a ayudar a los demás, estamos multiplicando el bien en el mundo.
Relaciones interpersonales: Cuando compartimos nuestros sentimientos y experiencias con los demás, estamos fortaleciendo nuestros vínculos y creando un sentido de comunidad. En todo somos interdependientes.
Desarrollo personal: Al compartir nuestros conocimientos y habilidades, estamos contribuyendo al crecimiento de los demás y al nuestro propio.
La gratitud: Agradecer lo que tenemos, por poco que sea, nos permite apreciar la abundancia que nos rodea.
Mirando hacia adentro:
¿Qué te impide compartir más de ti mismo con los demás?
¿En qué áreas de tu vida podrías aplicar el principio de la multiplicación?
¿Cómo puedes cultivar la fe en tu propio potencial, en los dones y capacidades que tienes hoy?
Recuerda: Aprendemos de la historia de los cinco panes y los dos peces que incluso los recursos más limitados pueden tener un impacto enorme, cuando se ofrecen con sumando solidaridad. Con Jesús, podemos ser instrumentos de transformación en el mundo, multiplicando el bien y creando vínculos humanizantes.
Al compartir lo que tenemos, por más pequeño que parezca, estamos abriendo la puerta a posibilidades infinitas.
Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
Reg, Prof 6506 Py,
Ha cursado licenciatura en Teología Pastoral en la UCA (argentina)
Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com
Instagram: @raulnietopy
Psicología
La magia de la gratitud: Lo Poco que tenemos es Mucho
En este espacio de psicología, nos sumergimos en el poder transformador de la gratitud. A menudo nos enfocamos en lo que nos falta, olvidando apreciar las pequeñas cosas que hacen nuestra vida rica y plena de significados. Vemos con curiosidad que la gratitud, como un puente hacia los demás, nos permite transformar nuestra perspectiva y multiplicar las bendiciones que ya tenemos.
La Gratitud: Un antídoto para la insatisfacción
Vivimos en una sociedad que constantemente nos bombardea con imágenes de éxito y abundancia, fomentando una cultura de la comparación y la insatisfacción. La gratitud nos ofrece un antídoto poderoso contra esta mentalidad. Al centrarnos en lo que tenemos, en lugar de en lo que nos falta, cultivamos una sensación de plenitud y satisfacción.
La gratitud como multiplicador
La gratitud no solo nos hace sentir mejor, sino que también tiene el poder de atraer más cosas positivas a nuestra vida. Cuando expresamos gratitud, estamos enviando un mensaje al universo de que somos merecedores de abundancia y felicidad. Esta actitud positiva crea un efecto dominó, atrayendo más experiencias y oportunidades para agradecer.
La gratitud como puente
La gratitud actúa como un puente que nos conecta con los demás y con el mundo que nos rodea. Al expresar gratitud hacia las personas que nos importan, fortalecemos nuestras relaciones y creamos un sentido de comunidad. Además, la gratitud nos permite apreciar la belleza de la naturaleza y de la vida en general.
¿Cómo cultivas la gratitud?
Diario de gratitud: Escribe a diario tres cosas por las que estás agradecido.
Meditación de la gratitud: Dedica unos minutos cada día a enfocarte sobre las cosas buenas de tu vida. Cuenta tus bendiciones y tus dones.
Expresa tu gratitud: Agradece a las personas que te rodean por su presencia en tu vida.
Celebra los pequeños logros: Reconoce y celebra tus éxitos, por más pequeños que sean.
Practica la amabilidad: Realiza actos de bondad hacia los demás.
Mirando hacia adentro:
¿Qué tres cosas valoras más en tu vida?
¿Cómo puedes incorporar la práctica de la gratitud en tu rutina diaria?
¿Qué beneficios has experimentado al expresar gratitud?
No necesitas tener mucho para estar agradecido. La gratitud es una elección. Decide agradecer a cada rato, hazlo sonriendo. Es una opción consciente de enfocarnos en lo positivo en lugar de lo negativo. Al cultivar la gratitud, estamos invirtiendo en nuestra felicidad y en nuestra conexión con el mundo que nos rodea.
Recuerda, lo poco que tenemos puede ser mucho si lo valoramos y lo agradecemos, pues se encuentra alegría en los pequeños momentos y en las cosas simples de la vida.
¡Anímate a compartir tus experiencias y reflexiones en los comentarios!
Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com
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La magia de la gratitud: Lo Poco que tenemos es Mucho
La gratitud es una poderosa herramienta que puede transformar tu vida. Al enfocar en las cosas buenas de tu vida, en lugar de lo que te falta, puedes cultivar una mayor sensación de felicidad y satisfacción.
La gratitud actúa como un puente que te conecta con los demás y con el mundo que te rodea. Al decir gracias a las personas que te importan, fortaleces tus relaciones y creas un sentido de comunidad.
Además, esa actitud tiene el poder de atraer más cosas positivas a tu vida. Cuando expresas gratitud, estaos enviando un mensaje inspirador a otros de que somos merecedores de abundancia y felicidad. Esto crea un efecto dominó, pues te haces capaz de detectar más experiencias y oportunidades para agradecer.
¿Cómo cultivar la gratitud?
- Escribe a diario tres cosas por las que estás agradecido.
- Dedica unos minutos cada día para reconocer las cosas buenas de tu vida.
- Agradece a las personas que te rodean por su presencia en tu vida.
Al cultivar la gratitud, podemos experimentar una mayor felicidad, bienestar y conexión con los demás. ¡No necesitas tener mucho para estar agradecido! Es una opción consciente de enfocarnos en lo positivo en lugar de lo negativo. La gratitud es una elección. Decide agradecer a cada rato, hazlo sonriendo.



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