Viernes 7 de junio. Cómo comprender el Sagrado Corazón de Jesús. Un Cuento ilustrativo

 

Los lectores de este blog, son de todo tipo. Muchos cristianos creyentes. Religiosos. Creyentes de otras tradiciones espirituales, con apertura y curiosidad.

Lo leen catequistas y personas que hacen acompañamiento personalizado (relación de ayuda) en comunidades cristianas. Profesionales de la salud (mental y en general).

Algunos no creyentes buscan sabiduría en los textos cristianos. Amigos agnósticos e incluso ateos lo leen como medio de construir valores. Gratitud. Son todos valorados y respetados.

Cabe destacar que la integración de la fe y la psicología debe realizarse de manera respetuosa y sensible, considerando las creencias y valores individuales de cada persona. Un profesional de la salud mental competente debe ser capaz de brindar atención psicológica de calidad sin imponer sus propias creencias religiosas, sino creando un espacio seguro y de apoyo donde las personas puedan explorar sus propias creencias y valores en su camino hacia la sanación y el bienestar.

Podemos notar que el molde cultural de nuestro ambiente está marcado por dos mil años de cristianismo. Quizá somos todos cristianos culturales. La imagen del Sagrado Corazón de Jesús es muy difundida. Algunas personas (no siempre creyentes) lo llevan tatuado. Casi todos lo han visto alguna vez, su simbología es muy rica en significado profundo.

 

En las comunidades, en la relación de ayuda o conversación diálogo comprensivo del que sufre puede tener un buen impacto.

 

La decisión de incorporar este símbolo de la tradición católica en un proceso terapéutico debe ser tomada en conjunto entre el terapeuta y el paciente, asegurando que sea una experiencia significativa y enriquecedora para ambos.

Un cuento

En un pequeño pueblo rodeado de montañas, vivía una niña llamada Sofía. Sofía era una niña alegre y cariñosa, pero a veces se sentía triste y sola. Un día, mientras caminaba por el bosque, se encontró con una anciana amable que le sonreía con calidez.

"Hola, pequeña", dijo la anciana. "¿Por qué te ves tan triste?"

Sofía le contó a la anciana que se sentía sola y que extrañaba a su abuela, quien había fallecido hace poco. La anciana la escuchó atentamente y luego le dijo:

"Ven conmigo, te mostraré algo que te hará sentir mejor".

La anciana la condujo a una pequeña capilla escondida entre los árboles. En el interior de la capilla, había una imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Sofía nunca había visto una imagen así antes.

"Ese es el Sagrado Corazón de Jesús", le explicó la anciana. "Es un símbolo del amor infinito que Jesús tiene por todos nosotros. Su corazón siempre está abierto para recibirnos y consolarnos".

Sofía miró la imagen con atención. El corazón de Jesús estaba rodeado de llamas, como si estuviera ardiendo de amor. En el centro del corazón, había una cruz.

"¿Por qué hay una cruz en el corazón de Jesús?", preguntó Sofía.

"La cruz representa el sacrificio que Jesús hizo por nosotros", respondió la anciana. "Murió en la cruz para perdonar nuestros pecados y darnos la vida eterna".

Sofía se sintió conmovida por las palabras de la anciana. De repente, ya no se sentía tan triste y sola. Se dio cuenta de que Jesús siempre estaría con ella, en su corazón.

"Gracias", le dijo a la anciana. "Ya no me siento tan triste".

La anciana le sonrió y le dijo: "Recuerda, Sofía, el amor de Jesús siempre está contigo. Nunca estás sola".

Sofía regresó a casa con el corazón lleno de alegría. A partir de ese día, siempre recordaba el Sagrado Corazón de Jesús como un símbolo del amor infinito que la rodeaba.

Explicación del simbolismo:

·         El corazón: Representa el amor infinito de Jesús por la humanidad.

·         Las llamas: Simbolizan el fuego del amor divino que arde en el corazón de Jesús.

·         La cruz: Representa el sacrificio que Jesús hizo por nuestros pecados.

·         Los colores: El rojo representa el amor y la sangre derramada por Jesús, mientras que el dorado representa la santidad y la gloria de Dios.

El Sagrado Corazón de Jesús es un recordatorio de que Dios nos ama incondicionalmente y siempre está dispuesto a perdonarnos y consolarnos. Es un símbolo de esperanza, amor y compasión que puede ayudarnos a superar las dificultades de la vida.

El Simbolismo y su relación con la Ayuda Psicológica

Su representación de un corazón rodeado de llamas y coronado de espinas, evoca un profundo simbolismo que se relaciona estrechamente con la ayuda psicológica en diversos aspectos:

1. Amor incondicional y compasión: Representa el amor infinito y compasivo de Jesús por toda la humanidad. En el diálogo de apoyo, este amor se traduce en la empatía, la comprensión y la aceptación incondicional que se brinda a la persona que busca ayuda.

2. Sanación y esperanza: La corona de espinas simboliza el sufrimiento de Jesús y su sacrificio por la redención de la humanidad. En la ayuda psicológica, este símbolo representa la capacidad de sanar las heridas emocionales y la esperanza de encontrar alivio y bienestar.

3. Fortaleza y resiliencia: Las llamas que rodean al Sagrado Corazón simbolizan el fuego del Espíritu Santo, que brinda fortaleza y guía. En el diálogo de contención, este símbolo representa la capacidad de la persona para enfrentar desafíos, desarrollar resiliencia y encontrar su propia fuerza interior.

4. Transformación y crecimiento: El Sagrado Corazón representa el amor transformador de Dios, que nos invita a un cambio interior. En la relación ayuda, este símbolo se relaciona con el proceso de transformación personal, el crecimiento emocional y la búsqueda de la plenitud.

5. Integración espiritual y psicológica: El Sagrado Corazón, como símbolo religioso, puede tener un significado especial para las personas que buscan ayuda psicológica desde una perspectiva espiritual. La integración de la fe y la psicología puede ser un camino valioso para el crecimiento personal y la sanación integral.

 

En resumen, el símbolo del Sagrado Corazón y la ayuda psicológica comparten valores fundamentales como el amor, la compasión, la sanación, la esperanza, la fortaleza, la resiliencia, la autocompasión, el perdón y el crecimiento personal. Ambos ámbitos buscan el bienestar integral de las personas, ofreciendo apoyo, guía y herramientas para enfrentar las dificultades y alcanzar una vida más plena y significativa.

Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,

 Reg, Prof 6506 Py,

                                                   Ha cursado licenciatura en Teología Pastoral en la UCA (argentina)


 

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