Domingo 23 de junio. Marcos 4, 35-41. Atravesando las tormentas de la vida.
Marcos 4, 35-41
Un día, al atardecer, Jesús dijo a sus discípulos: “Vamos a la otra orilla del lago”. Entonces los discípulos despidieron a la gente y condujeron a Jesús en la misma barca en que estaba. Iban además otras barcas.
De pronto se desató un fuerte viento y las olas se estrellaban contra la barca y la iban llenando de agua. Jesús dormía en la popa, reclinado sobre un cojín. Lo despertaron y le dijeron: “Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?” Él se despertó, reprendió al viento y dijo al mar: “¡Cállate, enmudece!” Entonces el viento cesó y sobrevino una gran calma. Jesús les dijo: “¿Por qué tenían tanto miedo? ¿Aún no tienen fe?” Todos se quedaron espantados y se decían unos a otros: “¿Quién es éste, a quien hasta el viento y el mar obedecen?”
Domingo 23 de junio Marcos 4 35-41 Atravesando las tormentas de la vida
En este pasaje del Evangelio de Marcos, encontramos a Jesús y sus discípulos navegando por el Mar de Galilea cuando de repente se desata una tormenta feroz. La barca se llena de agua y los discípulos temen por sus vidas. Sin embargo, Jesús permanece tranquilo, duerme incluso durante la tormenta. Cuando lo despiertan, reprende al viento y al mar, y la tormenta se calma de inmediato.
Este episodio ofrece un interesante aprendizaje, desde una perspectiva psicológica sobre cómo afrontar las dificultades y desafíos en la vida.
La tormenta como metáfora de las dificultades:
La tormenta en el Mar de Galilea (atravesar zona de tormentas) puede verse como una metáfora de las dificultades y desafíos que enfrentamos en la vida. Todos experimentamos momentos de turbulencia, incertidumbre y miedo.
La reacción de los discípulos:
La reacción inicial de los discípulos ante la tormenta es de temor y desesperación. Se sienten impotentes y creen que la situación está fuera de control. El miedo trata de cuidarnos. El miedo nos alerta y prepara para enfrentar situaciones peligrosas, activando respuestas de lucha o huida. Esta función nos permite evitar amenazas reales y potenciales, protegiendo nuestra integridad física y emocional. El miedo también nos enseña a evitar situaciones que puedan ser perjudiciales. Cuando es excesivo nos cuida mal, pues lo propio de ese tipo de miedo es agigantar la amenaza, y achicar mi poder de afrontar.
La calma de Jesús:
En contraste con la reacción de los discípulos, Jesús permanece tranquilo y sereno durante la tormenta. Esta calma no se debe a una falta de empatía o a una indiferencia hacia la situación, sino a su profunda presencia de Dios y confianza en su poder.
Detiene la agitación del viento y el mar:
Cuando los discípulos despiertan a Jesús, él detiene al viento y al mar, y la tormenta se calma de inmediato. Este acto milagroso (milagro en latín, palabra derivada del verbo mirari, que significa “admirarse” o “contemplar con admiración, con asombro”). demuestra el poder de la calma de Jesús sobre la naturaleza y su capacidad para controlar incluso las fuerzas más poderosas.
“Calma las aguas de tu mente y el universo y las estrellas se verán reflejados en tu alma” dice el poeta y místico Rumi.
¿Por qué tenían tanto miedo? ¿Aún no tienen fe?
Jesús cuestiona la falta de fe de sus discípulos. A pesar de haber visto a Jesús realizar muchos milagros, los discípulos aún no tienen la suficiente fe para creer que él puede protegerlos de la tormenta. Se enfocan más en su desespero que en la confianza amorosa, de quien los ama.
¿Quién es éste?
Al presenciar el milagro de Jesús, los discípulos se quedan maravillados y se preguntan quién es este hombre que tiene el poder de controlar las tormentas. En contraste con su percepción de no poder controlar su desespero.
Enfocando nuestra vivencia hoy:
Algunas tormentas son inevitables: Todos experimentamos momentos de dificultad y sufrimiento en la vida.
La fe es la clave: La fe en la presencia de Dios y en su poder, puede nutrir nuestra fuerza interior, y la calma para superar las dificultades. Pero una presencia dentro de nosotros y a nuestro alrededor. Podemos notar: si bien hay amenazas también hay fuerza en nosotros.
Mantener
la calma: Es importante aprender a calmar la mente y contactar la serenidad
en medio de la tormenta. Es importante aprender a parar y tomar un respiro. Una mente tranquila supone una respiración tranquila.
Buscar ayuda: Si nos sentimos abrumados por las dificultades, no conviene buscar ayuda de otras personas o de un profesional. Siempre hay alguien, con suficiente calma, al estilo Jesús, en tu camino. Esos sí, aléjate de las personas alarmistas y los "mete miedo."
Confiar en Dios: La confianza en un Dios amoroso y presente nos da la seguridad de que no estamos solos y de que él nos va ayudando a superar cualquier obstáculo.
Mirando la interioridad:
¿Cómo reacciono generalmente ante las dificultades en la vida?
¿Cómo aprendí a calmarme? ¿Tomo un respiro?
¿Qué puedo hacer para fortalecer mi fe como confianza amorosa en su presencia?
¿A quién puedo acudir (amistades, familiares, profesionales) si necesito ayuda para afrontar una dificultad? ¿Quién ofrece un poco de calma al estilo Jesús?
¿Qué me da calma y optimismo esperanzado en los momentos difíciles?
Si bien no podremos evitar algunas tormentas de la vida, pero con la confianza en la presencia de Dios, podemos afrontarlas, atravesarlas con calma, superarlas y salir fortalecidos.
¡Que Dios siempre presente te guíe durante tu camino y te conecte con la fuerza para superar cualquier dificultad!
Lic. Raúl Manuel Nieto, psicólogo,
Reg, Prof 6506 Py,
Ha cursado licenciatura en Teología Pastoral en la UCA (argentina)
Terapia (presencial o virtual), talleres, charlas: raulnietopsi@gmail.com
Instagram: @raulnietopy
El licenciado Raúl Manuel Nieto es psicólogo, terapeuta y profesor de Teología. Tiene formación humansita en Respuesta comprensiva (Carl Rogers), AT (Análisis Transaccional), Psicoterapia Corporal Integrada, Inteligencia Emocional, Mindfulness, Terapias contextuales. Practica Meditación, Taichí y QiGong. Es facilitador en numerosos talleres de grupos y cursos sobre estos temas. Actualmente atiende un consultorio particular, talleres y conferencias.
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